lunes, 17 de agosto de 2009

domingo 16/08/09, Mallorca

Hoy hubo tan poco trabajo que, por primera vez, tuve un par de intervalos de diez minutos en los que realmente no había nada para hacer. En uno de ésos entró a la cocina Luis, mi jefe, cincuentón largo al que le encanta desvelarse todas las madrugadas chateando con cualquier persona conocida a la que le guste exactamente lo mismo, es decir, pasarse las madrugadas chateando con cualquier persona conocida que, ad infinitum, para contarnos que recién le había llegado un mensaje de movistar que decía “gana un millón de euros, sin sorteos”. Él respondió el mensaje, claro, y entonces le llegó una pregunta sobre qué actriz es novia de tal actor, y dos opciones. Y cuando respondió correctamente, le mandaron otra: qué hizo dios el domingo, y dos opciones. Y así sucesivamente. Rumbo a la cocina con tres platos sucios en mis manos, me frena Luis y, con la vista fija en la pantalla de su celular, me pregunta:

- ¿Quién fue el primer presidente de Rusia?
- ¿De Rusia o de la Unión Soviética?
- De Rusia
- ¿Seguro? - insisto
- Sí, de la URSS
- Ah
- Es Yeltsin, ¿no?
- No, es Lenin
- ¿Seguro?, es mi otra opción, pero no me suena

Horas después estamos todos cenando. Quiero ese millón, dice Luis. Y, ¿qué pasó?, le pregunto. Respondí mal una pregunta, y me hicieron comenzar de vuelta, me mandaron al principio. ¿Qué pregunta fallaste?, pregunta Asunción. La de Rusia, se frustra Luis.

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