viernes, 26 de febrero de 2010

Praga

Praga es un cuento de hadas medieval.
Recuerdo caminar por una calle de fachadas en medialuna, fachadas que parecen viejas senioras, y al final subir unas escaleras en rombo, empezar a caminar bajo la lluvia sobre un puente ancho que es peatonal adoquinada, bajar la cabeza para prender un cigarrillo, ver de reojo las pequenias estatuas de la baranda agazapadas en la oscuridad, levantar de pronto la cabeza y ver una yuxtaposicion panoramica de castillos, torres, arcos, palacios, catedrales medievales. Fue la primera impresion que mas me quedo grabada en todo el viaje.
De Praga recuerdo la belleza de sus chicas, el sabor de su cerveza, la movida de jazz y de teatro. Recuerdo que en el Teatro Nacional daban Dogville, y desee como nunca saber hablar checo.
En Praga hay una sinagoga que recuerda a Aladino.
En Praga tendrian que calentar mas el cafe con leche.
En Praga fui a un mercado donde esperaba encontrar de todo menos aquella gran planicie nevada y unos pocos puestos que vendian muniecas rotas, teclados inservibles y tuercas, martillos, destornilladores.
En Praga las escaleras del metro son muy largas y muy empinadas y bajan muy rapido.
En Praga la ciudad nevada se me desplego como una hoja en blanco.
De Praga sus puentes y sus fachadas. Todos y todas.
En Praga fui lejos, ultima estacion de metro y caminata, hasta llegar a lo que queda de comunista en esa ciudad. Monobloques babilonicos, goliats homogeneos donde se escucha todo. TODO.
En un puente de Praga un artista tocaba un concierto de musica clasica deslizando sus dedos alrededor de veinte copas con distintas cantidades de agua.
Praga es la ciudad mas encantadora que conoci en mi vida.

2 comentarios:

  1. sabia..... sabia que algo de esto iba a pasar. T esigo los pasos y te abrazo y te beso con los dientes morados de comer acai.

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